En la sociedad actual, donde vivir rápido y comer mal es la norma, muchas personas buscan cambiar su estilo de vida y adoptar una alimentación más sana. Según una encuesta de Nielsen Global Health and Ingredient en agosto de 2015, dos tercios de la población mundial sigue un régimen dietético que limita su consumo de al menos un alimento. Pero, ¿cómo podemos volver a una alimentación saludable ?
Comprender los fundamentos de una dieta sana y equilibrada
Alimentarse bien: más allá del régimen
Alimentarse correctamente implica mucho más que seguir una dieta estricta como la keto o sin gluten. Es esencial aprender a escuchar las señales del cuerpo y proporcionarle los nutrientes necesarios para su buen funcionamiento. Además, aboga por una alimentación responsable y local.
Redefinición de la dieta equilibrada
Una dieta saludable no se trata solo de comer frutas y verduras todo el día. También incluye proteínas, carbohidratos, grasas (las buenas), fibras… El secreto está en encontrar el equilibrio.
Como nutricionista, recomiendo dar prioridad a los alimentos naturales y minimizar el consumo de productos procesados. Pasamos ahora a uno de los momentos más cruciales del día en términos nutricionales: el desayuno.
La importancia de un desayuno completo: ¿dulce o salado ?
El papel crucial del desayuno
A menudo considerado como la comida más importante del día, el desayuno es crucial para tener una alimentación equilibrada. Un buen desayuno permite empezar el día con energía y previene el picoteo durante la mañana.
¿Desayuno dulce o salado ?
Aunque muchos piensan que un desayuno saludable debe ser necesariamente dulce, esto no es cierto. Un desayuno puede ser tanto salado como dulce, siempre y cuando sea equilibrado y nutritivo.
Una vez que hayamos tomado conciencia de la importancia de este primer momento del día, veamos ahora cómo gestionar las cantidades y calidades de los alimentos en nuestra dieta diaria.
La cantidad y la calidad: frutas y vegetales diarias
¡5 al día !
El consumo diario recomendado por los nutricionistas es de 5 raciones de frutas y verduras al día. Estos alimentos son ricos en vitaminas, minerales y fibra, esenciales para nuestro organismo.
Más allá de las frutas y verduras…
Pero no debemos olvidar tampoco la importancia de incorporar proteínas, hidratos de carbono complejos y grasas saludables a nuestra dieta.
En este punto podrías preguntarte: ¿y qué pasa con las grasas ? Al contrario de lo que podría pensarse, tienen su lugar en una alimentación sana.
Las buenas grasas: integrar las grasas saludables en tu dieta
No todas las grasas son malas
Es un error pensar que todas las grasas son malas para la salud. Al contrario, hay grasas necesarias para el buen funcionamiento del organismo. Las encontramos en alimentos como el aguacate, los frutos secos o el salmón.
Grasas trans: las grandes enemigas
Sin embargo, debe evitarse el consumo de grasas trans, presentes principalmente en productos procesados y alimentos fritos.
Después de hablar sobre las grasas, sigamos con otro aspecto importante de nuestra relación con la comida: la conciencia al comer.
Comer conscientemente: tomar el tiempo para masticar y saborear
La importancia de masticar bien
Masticar bien los alimentos no solo facilita la digestión sino que también permite disfrutar más de la comida. Esto puede ayudarnos a sentirnos satisfechos más rápidamente y evitar comer en exceso.
Mindful eating: una práctica beneficiosa
El “mindful eating” o alimentación consciente es una práctica que consiste en prestar atención plena a nuestras sensaciones mientras comemos. Es una excelente manera de volver a conectar con nuestro cuerpo y nuestras necesidades alimenticias.
Ahora que hemos hablado acerca de cómo se come, veamos qué debemos reducir y aumentar en nuestra dieta para mejorar nuestra salud.
Reducir la sal e incrementar los antioxidantes para un óptimo estado de salud
Menos sal, más vida
Reducir la cantidad de sal en nuestra dieta es uno de los consejos nutricionales más importantes para prevenir enfermedades como la hipertensión arterial.
Antioxidantes: tus mejores aliados
Incluir alimentos ricos en antioxidantes, como las frutas y verduras de colores vivos, pueden ayudarnos a proteger nuestra salud y combatir el estrés oxidativo.
Para finalizar, hablemos de una forma alternativa de alimentación que está ganando cada vez más popularidad: el vegetarianismo.
Las comidas vegetarianas: diversificar tu dieta para desinflamar
Ventajas de una dieta vegetariana
Una dieta vegetariana bien planificada puede ser muy beneficiosa para la salud, ayudándonos a reducir nuestro peso y mejorar nuestra digestión.
Elegir alimentos compasivos
Aumentar la ingesta de productos vegetales también puede contribuir a un mundo más respetuoso y bondadoso con todos los seres vivos.
Después de todo, recuperar una alimentación sana no tiene por qué ser difícil. Se trata simplemente de aprender a escuchar a nuestro cuerpo y elegir alimentos que lo nutran adecuadamente. Y recuerda, no se trata tanto del tipo de comida que eliges (salada o dulce en la mañana), sino más bien de cómo te sientes al comerla y cómo afecta tu bienestar en general. Así es como lograremos una relación saludable con la comida.
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